Arnau

Almacén de relatos olvidables

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Carta abierta a ¿Dios?

Posted by Arnau en junio 26, 2009

Te escribo entristecida y a punto de expirar, y ni aun así, mis últimas bocanadas de aire -ajenas éstas al acecho implacable de la fría hoja de la guadaña- me permiten olvidar el maldito recuerdo de esas escenas aterradoras de mis hermanos despedazados en un mercado pudiente de Basora o las de mis padres desmembrados cerca de una ciénaga de aguas fecales en las afueras de Bagdad. No he podido jamás olvidarlas, ya ves; ni durante mis últimas convulsiones que me llevarán irremediablemente a la muerte.

Descubrí tu majestuosidad en pleno declive y caída de mi existencia (como comprenderás mi vida sin ellos ya no tenía ningún sentido), y puede que a consecuencia de ello tu discurso resplandeciente me pareciera de inmediato la tierra prometida, tus oraciones mi sustento vital ante semejante abismo y tu presencia mi salvación reparadora ante tan lúgubres penurias.

Ante ello no dudé en atravesar extensos desiertos polvorientos, en cruzar valles insondables y en sobre volar vastos continentes e infinitos océanos. Ante ello no temí estar cegada por tu llama de esperanza; ante ello no me inquietó estar fascinada ante tan parda mirada.

Pero lastimosamente todo se truncó el día que llegué por fin a postrarme ante ti. Porque no lo dudes, “mi Señor”, todo se desvaneció en el momento en que estando yo posada en tu cálida y purpurea mano –sí, puede que tras unos segundos de embelesada pero irritable contemplación- se te ocurrió propinarme el traicionero, barriobajero, desleal, aplastante y canalla golpetazo mortal. Y peor que eso fueron tus posteriores burlas, tus desprecios y tus insultos. Y ahora, a un paso de ser barrida y empalada por el inocente asistente, decirte que lo abominable de mi vida no ha sido su brevedad, ni su crueldad ni su bestialidad, ni tan siquiera mi arduo, costoso y penoso viaje, ni por supuesto el escarnio ni el insufrible dolor; decirte que para mí lo más triste ha sido, sin duda, la desilusión.

Y sin embargo no te voy a desear ningún mal, ¿cómo si no una mosca te podría con gusto enviar a la mierda –como así lo hago- si pensara de verdad lo contrario?

Y no, no te me aflijas, ya nos veremos en el más allá; irremediablemente.

Permíteme, no obstante, que no te envíe recuerdos,

Rashida Hassan, (mosca común, de la familia díptera de toda la vida; vamos, una mosca cojonera)

7 respuestas to “Carta abierta a ¿Dios?”

  1. Evi said

    Qué desilusión tan productiva.
    Es usted un hacha.

  2. Fétido said

    Haber elegido muerte… oh, wait!

  3. La desilusión es la cruz de la vida, pero no puede disuadirnos de luchar por lo que creemos. La justicia, en sí, es una ilusión que día tras día se desvanece.

    Las moscas, en su insignificancia, también tienen voz. Estoy con Queralt, deberíamos tocar más los cojones para ver si el mundo espabila. Por pequeños que seamos.

    Gracias por actualizar Arnau. Salud & aventura.

  4. Queralt said

    Ojalá fueramos todos de verdad moscas cojoneras… pero le tenemos miedo al Raid y salimos zumbando…
    Lo de tus cartas, es genial, has dado voz a una mosca que, si no me equivoco tiene nombre de mujer. Una mujer que se caracteriza por hablar clarito, ¿no? Puede que me equivoque pero me parece recordar unas declaraciones que sonaron mucho hace unos meses.
    Como siempre, es un placer leerte y compartir lo que dices.
    Besitos de cereza.

    Queralt.

  5. Arnau said

    #2

    Ahí te has pasado, Maya.

    ¿Y encima pides «Más»? Tú lo que eres es una viciosa.

  6. maya said

    Como le oi decir al actor J.Sacristán: Si Dios existe, no tiene perdón de él.
    Pero tú Arnau,escribes como Él.

    Más!!

  7. No he podido evitar acordarme de un familiar suyo, víctima de Obama.

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